Bienvenida del Proyecto: Agroecología para una buena vida
El Centro Loyola Ayacucho, a través del proyecto “Agroecología para una buena vida”, dio inicio de manera oficial a sus actividades para este año, reafirmando su compromiso con el desarrollo sostenible y el fortalecimiento de las comunidades locales. Para ello, se llevó a cabo una cálida y enriquecedora bienvenida dirigida a los participantes y nuevos integrantes del proyecto, quienes fueron recibidos en un ambiente de entusiasmo y colaboración.
Durante la reunión, se expusieron los principales lineamientos de la iniciativa, con el objetivo de presentar el proyecto agroecológico en toda su dimensión. Se abordaron temas clave como los objetivos generales, la población beneficiaria y las diversas líneas de acción, lo que permitió ofrecer una visión integral del impacto que se busca generar. Además, el encuentro sirvió como un espacio de diálogo en el que los nuevos integrantes pudieron expresar sus expectativas, intereses y motivaciones para formar parte de esta propuesta.
Como parte fundamental del evento, se fomentó un espacio de compromiso y responsabilidad, en el cual cada participante presentó sus funciones dentro del proyecto. Este momento fue clave para reafirmar la disposición de todos los involucrados en contribuir activamente al éxito de la iniciativa, fortaleciendo así el trabajo en equipo y la cohesión entre los miembros del programa.
Para cerrar con un ambiente de celebración y alegría, el evento contó con una presentación musical especial a cargo de la destacada cantante ayacuchana SOFY, quien deleitó a los asistentes con su talento y carisma, aportando un toque cultural y emotivo a la jornada.
Este significativo inicio marca el comienzo de un año lleno de desafíos y oportunidades, en el que el Centro Loyola Ayacucho sigue apostando firmemente por la agroecología como una herramienta clave para el bienestar de las comunidades y la protección del medio ambiente. A través de este proyecto, se busca consolidar prácticas sostenibles que generen un impacto positivo en la calidad de vida de las familias beneficiarias, promoviendo el respeto por la naturaleza y la soberanía alimentaria.